Aquí está ya con todos vosotros. La crónica más deseada de
leer por muchos y más deseada de escribir por un servidor, por fin ve la luz.
¡¡ El primer Trail de Papi Running. !!
Toda una aventura. Espero os guste la crónica que
aderezaremos con bastantes fotos, y a poder ser poca letra, porque estas
pruebas para describirlas una imagen vale más que mil palabras.
Empecemos pues. Todo comienza el domingo bien temprano, con
el viaje en compañía de mi amigo, lector del blog, escudero, compañero del
club, el gran Félix. Además aportando su vehículo a la causa. Muchas gracias
desde aquí por ello. Un placer compartir esta experiencia contigo amigo. Y las
que nos quedan…
Tras un viaje que se hace corto, llegamos a Boo de Piélagos,
donde esta sita la llegada, para dejar el coche, y coger el autobús que nos
llevaría a Liencres, lugar de la salida.
Una vez en Liencres, tras ser recibidos por Nacho, el
“liante” que nos convenció a correr esta prueba, recogida de dorsal, en un bar
del pueblo, lo que resultó un acierto, ya que nos pudimos proteger allí del
frío reinante hasta la hora de salir a calentar.
Ahora ya en serio, gracias desde aquí a Nacho por su
atención en todo momento hacia nosotros a pesar de lo liado que estaba en sus
tareas de organización. Desde su detallada charla sobre el recorrido, sus
ánimos en primer control de avituallamiento, y ya a pocos metros de la llegada.
Nacho, creo que por mi parte repetiré. Tengo la espinita de hacer esta prueba
sin la cantidad de barro que había este domingo. Tiene que ser una carrera
bastante distinta en otras condiciones,
pudiendo disfrutar las bajadas.
Vamos con la primera foto que me enrollo. Félix y yo posando
con las equipaciones oficiales:
Antes de salida, acabando calentamiento me acuerdo que no me
eché vaselina en zona “pezoncillos”, tal y como había previsto por precaución.
Desazón porque había comprado y traído el tubito de vaselina expresamente. Y
empezando a pensar que aunque nunca me haya rozado en esa zona hoy podía ser un
buen día con una carrera tan larga en tiempo. Maldigo mi mala cabeza unas
cuantas veces antes de la salida. Afortunadamente nada pasó.
Dan la salida, y hacemos unos 3 kilómetros por pequeña
carretera con tramos ya de prado-barro, antes de coger el sendero que bordea
toda la costa de Liencres y alrededores.
Un par de fotos de esos momentos iniciales de carrera:
Ya en zona costera y de acantilados, seguimos por senderos
muy estrechos, peligrosos en bastantes zonas debido a la ya propia orografía
del terreno, pero multiplicado por el protagonista de esta carrera, el barro.
Aquí una de las anécdotas de la carrera, al caerse Félix
hacia lado derecho, quedando entre los arbustos (con pinchos) típicos de esas
zonas costeras y acantiladas. Le tiendo rápidamente la mano para ayudarle a
salir, pero al decirme textualmente:
“Sacameeeeeeee”, comprendí que no necesitaba solo ayuda, si no que es
que él por si mismo no podía salir de donde se quedó encajonado. Por suerte,
todo fue una anécdota y el bueno de Félix solo salió del incidente con algún
rasguño en los brazos por los pinchos de los arbustos.
Pocos metros más adelante fui yo el que di con mis huesos en
el suelo, en esta ocasión en zona más llana, pero algo inclinada y al pisar con
pie izquierdo resbalé hacia mi derecha, cayendo de lado sobre costado
izquierdo. Me levanté como un rayo nada más tocar suelo, con la pierna
izquierda ya embarrada y las manos con una buena dosis del chocolate de la
prueba. Sin ningún golpe ni molestia por suerte.
Se aprecia bien en esta foto, muy chula por cierto,
facilitada por organización, los efectos de la caída:
Y un par de fotos de
algunas de las peculiares zonas por donde transcurre esta parte de la carrera:
Tras esta bonita primera parte por zona costera la carrera se introduce un poco hacia el
interior, por un pinar precioso, con un sendero muy correndero. Aunque en
alguna zona con tramos de arena que hacían su lógico castigo en piernas.
Hasta este punto habíamos corrido casi todo el rato, poco
tiempo se había tenido que caminar. Estábamos disfrutando mucho de la carrera y
muy animados de poder bajar según íbamos de tiempo de las 3 horas de carrera.
Foto comienzo de paso por la zona de pinar, en pleno parque natural de las Dunas de Liencres, como se aprecia en cartel:
Nuestras
esperanzas se desvanecieron cuando vimos emerger tras el avituallamiento sólido
de km. 16 al monte Tolio, que aunque tenga unos discretos en teoría 237 metros
de altitud, recordemos que veníamos de correr a poco más del nivel del mar. Una
foto ilustrativa de por donde iba la subida por el citado monte. La foto al ser
de lejos y desde un lado no refleja bien los desniveles que hubo que afrontar,
con tramos de más del 30% de desnivel…que yo creo que en zonas era más, porque
había una especie de “trincheras” de 3-4 metros de longitud, que eran
auténticas paredes de tierra y barro. Había gente de la organización arriba de ellas
dando la mano para ayudarte a subir. He marcado en rojo por donde había que
realizar la ascensión:
Este monte Tolio como curiosidad tiene su propia
clasificación, ya que había alfombrilla de chip en su base y en su cima, para
saber el tiempo que tardó cada participante en subir el citado monte. En
clasificación viene tiempo y puesto en dicha subida. En mi caso lo ascendí en
11:52 minutos, y mi puesto en dicha subida el 259. Anecdótico porque me fui
parando a mirar paisaje y tomármelo con calma, para nada hice un subida
pensando en ningún tipo de tiempo.
Luego tras coronarlo, bajada no demasiado pronunciada
alternando con alguna pequeña subida, pero con zonas de nuevo complicadas por
barro, no pudiendo bajar todo lo rápido que de otra forma se podría.
Mi idea era que ya hasta meta sería todo bajada, ya que en
último avituallamiento líquido nos comentaron que había una última subida corta
pero dura y ya favorable a meta. Y esa subida me pareció vivirla varias veces,
ya que el terreno de ahí en adelante fue un rompepiernas total y absoluto, con
mucho barro además para no variar en casi todas las zonas.
Y cuando atisbo un campo de golf bastante debajo de mi
posición, me digo que ya todo bajada hasta meta, y es cuando veo para mi
asombro una hilera de corredores subiendo otro montecillo… En este caso La
Picota. Donde en la cima esperaba un fotógrafo que nos sacó fotos a todos los
participantes en ese punto. Una foto preciosa, con unas vistas espectaculares y
una genial perspectiva. Sin duda la mejor foto, o al menos, la que más me gusta
de las que me han sacado desde que estoy en este mundillo. Es esta:
Preciosa también la de Félix, apreciándose en su caso la
playa de Liencres al fondo:
Y cuando apenas quedaba un escaso kilómetro a meta, la que a la postre fue la mayor complicación de toda la carrera a mi entender. Una bajada totalmente embarrada, una auténtica pista de patinaje barruna… Sin nada a donde agarrarse a los lados (sólo había zarzas y hierbas), y donde la verdad, fue un ejercicio de supervivencia de todos los participantes el intentar no caerse y avanzar de la mejor manera posible. Hubo métodos para todos los gustos. Ni que decir tiene que aquí se echó en avanzar unos 200/300 metros bastantes minutos. Ya poco importaba cuando estábamos tan cerca y no había mucha gana de llegar a meta y esperar allí con la humedad del barro de una caída reciente. Como curiosidad, no me caí en este tramo, ya tengo mérito, y en una ocasión que me dejé ir para agarrarme al tronco de un eucalipto, me llené de barro las manos al estar este impregnado de apoyarse más de un participante. Osea, barro, en todos lados, no solo en el suelo.
Las fotos, y no, no son de una prueba de Supervivientes. Ahí quisiera ver yo a un Paquirrín o un Falete y no tomando el sol en el caribe o saltando a una pulcra piscina. Creo que en Mediaset al ver las fotos, han decidido escoger esta zona como rodaje de algún próximo reality show:
Superado tal obstáculo, seguimos bajando por un pronunciado prado hasta llegar a la zona de meta, junto a un pequeño albergue y zona recreativa. Y por fin, pudimos levantar juntos los brazos Félix y yo, muy orgullosos de acabar esta prueba y de representar en la misma al Club Correr Asturias. Mientras otros compañeros luchaban lo suyo también en el Naranco en la carrera del Asturcón, ahí estábamos nosotros en tierras cántabras poniendo una pica en esta carrera, otra muesca de carreras finalizadas. Pudiendo decir con orgullo y satisfacción como Juan Carlos the King, que habíamos finalizado nuestro primer TRAIL. Esperemos que el General Invierno entone la otra frase mítica de nuestro monarca: Lo siento, no volverá a ocurrir. Y para otra edición el recorrido esté en mejores condiciones.
El resultado clasificatorio fue el siguiente. Muy anecdótico, ya que finalicé en el puesto de mi número de dorsal (286). Muy curioso.
Puesto: 286 de 349 llegados.
Tiempo: 03:18:47
Ritmo medio: 08:39
Aquí para acabar dejo datos del Garmin, que logró sobrevivir a la lucha contra el barro.
Mapa del recorrido:
Datos generales y tiempos por kilómetro:
VIDEO DE LA CARRERA:
Como comentario y curiosidad final, decir que no he tenido una sola molestia tras carrera salvo mi dolor habitual en muslo izquierdo, pero solo en viaje de vuelta que yo achaco a la postura de ir sentado tras el esfuerzo de carrera. Pasando un día siguiente a carrera sin ninguna molestia ni agujeta, pero nada de nada. Y con mono de salir ya a correr… Mono que quitamos en la mañana de hoy martes con 9 kms. tranquilitos. Pero sin ninguna molestia ni nada que me hiciese pensar en la distancia y tiempo de carrera realizada menos de 48 horas antes. Sorprendido me encuentro al respecto. Y con nueva carga de moral. Estoy enchufadísimo para las carreras que se avecinan, la verdad. Moral a tope y con ganas de correr y correr.
Hoy nos despedimos como no podía ser de otra forma con:
Embarrados saludos.
